Para todos aquellos que nos lean, dejaremos aquí un testamento.
Somos estudiantes de una "prestigiosa" universidad española.
Personalmente he de decir que yo entré en esta universdad porque tanto sus materiales como sus profesores tenían muy buena fama.
Profesores que, con el nuevo sistema de Bolonia, nos iban a dar unas clases espectaculares e íbamos a aprender para mejorar nuestro futuro y el de la gente que nos rodea.
Bolonia se supone que es un sistema de educación instaurado en toda Europa, lo que tiene la ventaja de que cualquiera con un título universitario, tiene la certeza de que ese título es exactamente el mismo en Alemania, en España y en Finlandia; lo que se supone que nos abre las puertas para trabajar en países europeos, y nos facilita conocer lugares y gente nueva con la que trabajar. Yo digo: JÁ!
Los profesores son pésimos, pierden media hora de clase nombrándonos uno a uno para ver si estamos todos, la otra media se la pasan diciéndonos que copiemos un folio que nos pone en el proyector y leyendo lo que pone en el mismo.
Señores profesores, no es por criticar su trabajo, pero, ¿ustedes de verdad se piensan que nos están enseñando bien? ¿De verdad piensan que su trabajo consiste en eso, en leer un folio?
Yo creo que no.
Su trabajo consiste en enseñar a una generación que va a luchar por levantar una país en crisis, una crisis que digan lo que digan los medios de comunicación nos afecta a todos.
No hemos pagado una cara matrícula universitaria (que me perdonen los compañeros ingleses, sé que ellos están mucho peor) para llegar a clase y encontrarnos con que, dentro del sistema Bolonia, (que implica que el profesor pase lista de asistencia y que se preocupe por los alumnos, que haya más prácticas y teoría apoyada por prácticas y muchos menos alumnos), seamos 178 alumnos en clase, y los alumnos vayamos a recibir 6 clases y las otras 22 tengamos que darlas nosotros (me va a encantar ver cómo ese profesor les pasa lista a 178 individuos).
Señores esto no es Bolonia, esto no es educación. Sois profesores, no dioses. Que os pongáis a hablar sobre una palestra no quiere decir que podáis estar pintándola como si estuviéseis en un karaoke. Estáis en una posición elevada, que no superior. Y ni sois más que las personas que están escuchándoos, ni tampoco menos. Sois exactamente iguales a mi y a mi compañera, al compañero del fondo de la clase, y exactamente iguales al que se pasa 2 veces por clase en todo el curso.
Algunos habéis confundido la libertad de cátedra con la libertad para hacer lo que os salga de los cojones (hablando mal).
Queremos educación, no sodomización cerebral.
Viendo la educación que tenemos en España, y los gobernantes que no hacen nada por solucionarlo, yo, desde mi humilde opinión de usuaria de blog, decreto que no me quedaré a levantar una país de pandereta, del que toda Europa suelta una sonora carcajada cuando pasamos a su lado, en el que no hay trabajo, en el que no se quiere trabajar, en el que los que más ganan son políticos, putas de catálogo y triunfitos.
No voy a quedarme aquí a pelearme por mi trocito de miseria correspondiente.
Y para finalizar y que quede claro: queridos hermanos, nos hemos reunido hoy, para despedir a esta gran amiga: la ESPERANZA.
La esperanza en España, ha muerto.
Somos estudiantes de una "prestigiosa" universidad española.
Personalmente he de decir que yo entré en esta universdad porque tanto sus materiales como sus profesores tenían muy buena fama.
Profesores que, con el nuevo sistema de Bolonia, nos iban a dar unas clases espectaculares e íbamos a aprender para mejorar nuestro futuro y el de la gente que nos rodea.
Bolonia se supone que es un sistema de educación instaurado en toda Europa, lo que tiene la ventaja de que cualquiera con un título universitario, tiene la certeza de que ese título es exactamente el mismo en Alemania, en España y en Finlandia; lo que se supone que nos abre las puertas para trabajar en países europeos, y nos facilita conocer lugares y gente nueva con la que trabajar. Yo digo: JÁ!
Los profesores son pésimos, pierden media hora de clase nombrándonos uno a uno para ver si estamos todos, la otra media se la pasan diciéndonos que copiemos un folio que nos pone en el proyector y leyendo lo que pone en el mismo.
Señores profesores, no es por criticar su trabajo, pero, ¿ustedes de verdad se piensan que nos están enseñando bien? ¿De verdad piensan que su trabajo consiste en eso, en leer un folio?
Yo creo que no.
Su trabajo consiste en enseñar a una generación que va a luchar por levantar una país en crisis, una crisis que digan lo que digan los medios de comunicación nos afecta a todos.
No hemos pagado una cara matrícula universitaria (que me perdonen los compañeros ingleses, sé que ellos están mucho peor) para llegar a clase y encontrarnos con que, dentro del sistema Bolonia, (que implica que el profesor pase lista de asistencia y que se preocupe por los alumnos, que haya más prácticas y teoría apoyada por prácticas y muchos menos alumnos), seamos 178 alumnos en clase, y los alumnos vayamos a recibir 6 clases y las otras 22 tengamos que darlas nosotros (me va a encantar ver cómo ese profesor les pasa lista a 178 individuos).
Señores esto no es Bolonia, esto no es educación. Sois profesores, no dioses. Que os pongáis a hablar sobre una palestra no quiere decir que podáis estar pintándola como si estuviéseis en un karaoke. Estáis en una posición elevada, que no superior. Y ni sois más que las personas que están escuchándoos, ni tampoco menos. Sois exactamente iguales a mi y a mi compañera, al compañero del fondo de la clase, y exactamente iguales al que se pasa 2 veces por clase en todo el curso.
Algunos habéis confundido la libertad de cátedra con la libertad para hacer lo que os salga de los cojones (hablando mal).
Queremos educación, no sodomización cerebral.
Viendo la educación que tenemos en España, y los gobernantes que no hacen nada por solucionarlo, yo, desde mi humilde opinión de usuaria de blog, decreto que no me quedaré a levantar una país de pandereta, del que toda Europa suelta una sonora carcajada cuando pasamos a su lado, en el que no hay trabajo, en el que no se quiere trabajar, en el que los que más ganan son políticos, putas de catálogo y triunfitos.
No voy a quedarme aquí a pelearme por mi trocito de miseria correspondiente.
Y para finalizar y que quede claro: queridos hermanos, nos hemos reunido hoy, para despedir a esta gran amiga: la ESPERANZA.
La esperanza en España, ha muerto.